OJOS CERRADOS

martes, 12 de mayo de 2009

Los nuevos

Si cierran los ojos y por un momento ponen atención a lo que el silencio dice, podrán escucharnos, amándonos por toda la ciudad, que aquél que escucha es sabio y aquél que es sabio es un genio y los genios saben amar, lo han aprendido como han aprendido a leer el mar de la misma manera que aprendí a leer tus ojos, porque solo un torpe como un genio se enamora.
Si cierras los ojos, escuchas y por un momento pones atención a lo que el silencio dice podrás escuchar a este genio amándote.



Son tus palabras, tus ojos y tu cuerpo los que hacen estos versos, estos turbios sueños de un poeta en verano.
Eres la sombra de la pluma, las hojas de este libro son tus hombros en los que la luna misma desea cantar sus penas y de donde el sol desea salir, aquellos mismos en los que me he posado como cuervo al filo de la cama. Escribo tu nombre con mis lágrimas que suelo permitirme en mayo. Cierro los ojos y en tus hombros blancos nos encontramos la luna el sol y yo.





La lluvia llora las penas de la ciudad, al mismo tiempo sonrío y escondo las sombras de la noche anterior lo que fuimos en aquel sillón y lo que el destino, ese destino infiel nos deparará las próximas leguas. Busqué en los libros viejos, en los nuevos, en los libros de ciencia ficción, en la luna, en el sol y en las estrellas y allí estabas en un limbo fugaz, vestido todo en seda azul, en aquel ceño, entre ojo y ojo, entre mano y mano, tu nombre cada vez mas fuerte lamió los párpados del alba, para que no saliese el sol.








Son tus hombros el sueño de mis sueños, las luz de mi obscuridad y tus piernas rondan vigilando mi corazón por las noches, callan y esperan a que el mar se apacigüe, para ayudarme a dormir y cantan canciones de cuna de amor y de traición.